Enseres



     Saya:  La saya de María Santísima es de terciopelo color granate y fue realizada por el taller de las Hermanas Adoratrices de Córdoba.



     La Virgen disponía de una saya anterior, destruida en 1936 cuando la Cofradía perdió una gran parte de su patrimonio artístico (manto, saya, corona) debido al incendio, robo y expolio en casa del  hermano D. José Chacón López. Se cree que fue estrenada en el año 1880 y realizada en talleres locales.  Esta saya era de un sólo cuerpo, bordada en terciopelo negro circundando el corazón con exuberancia floral y lazos de filactería. 



 

     En septiembre de 2010, con motivo de la celebración de la festividad de los Siete Dolores de Ntra. Señora, la Imagen estrenó una saya realizada en tisú azul marino con bordados en oro viejo. Ésta completa el nuevo ajuar de la Virgen compuesto por la citada prenda  y un manto de camarín.



     Corona: La primera Corona de la Virgen se puede ver en el azulejo de los Dolores situado debajo del pórtico de la Parroquia de Jesús Nazareno. Fue expoliada en julio de 1936.



     En 1941, el orfebre cordobés Francisco Díaz Roncero realizó una nueva corona, siendo estrenada en 1942.  De ella se destacan el cintillo adornado con pedrería que rodea el canasto y los elementos vegetales así como los haces en pináculos calados con rayos de extremos flamígeros. 





     En Septiembre de 2010, y con motivo de la festividad de los Siete Dolores de Ntra Señora, María Santísima estrenó una reproducción exacta de la corona expoliada.  Obra del orfebre pontanés Jesús Maria Cosano, presenta motivos florales, resplandor de rayos y está rematada con una cruz.  



     Corazón con siete puñales:   La Virgen luce en su pecho un corazón con siete puñales. Ésta es una de las escasas piezas que se salvó del expolio del año 1936.








      Manto de camarín: El manto de camarín es de tisú azul marino y está rematado por un encaje dorado. Donado por hermanos devotos de la Cofradía y realizado por las camareras de María Santísima, fue estrenado durante la celebración de los cultos en su Honor en la Cuaresma de 2010.




     Manto de procesión: El primer manto del que se tiene constancia fue estrenado en 1880 y  caía casi recto sobre los hombros de María Santísima. Este manto fue destruido en 1936.



     En el año 1941, unos talleres de bordado de Valencia realizaron un nuevo manto,  bordado sobre terciopelo negro. La Virgen procesionaría con éste hasta el año 1964. 





     Fue el Viernes Santo del 1966 cuando se estrenó el que actualmente lleva la Virgen. Fueron necesarios más de dos años de trabajo llevado a cabo por las RRMM Felipensas de Puente Genil en su sede primitiva de la calle Aguilar, dirigiendo el bordado la Rvda. Madre Natividad. Este manto es de terciopelo de color azul pavo real.  De grandes dimensiones, es considerado una obra de arte por ser un manto de cola de los que hoy día no sería posible realizar.



     Durante la Cuaresma del año 2009, el encaje del manto de salida fue sustituido por uno nuevo, estrenándose en la Semana Santa del mismo año.





Paso: El primer paso de la Virgen constaba de una peana que, hoy día, ostenta el Señor de la Humildad en su camarín del retablo mayor del convento. De esto se tiene documento gráfico desde la Semana Santa de 2009 debido a una exposición de fotografías antiguas con motivo del LXXV aniversario de la Corporación “El Cirio”. La peana fue tallada, según consta en un pequeño pergamino aparecido en un ángulo de la misma, por Pedro de Mena y Gutiérrez en 1759 en Lucena. Fue dorada por José Ruiz Rey, autor también, entre otras obras, de la Imagen de María Santísima de la Soledad, el Retablo de la Victoria, la policromía de la Inmaculada de Duque Cornejo que se encuentra en la Parroquia de la Purificación y las pinturas originales del camarín de Nuestro Padre Jesús Nazareno.



     Según documentos de la época, la peana pasó a la Cofradía del Señor de la Humildad entre los años 1895 y 1902 al adquirir la Cofradía una nueva. 





     La candelería de este primer paso, según se aprecia en los documentos gráficos de la época, es rococó de original trazado, en disposición arbotante y hacia el interior. En ellos se engarzan faroles ochavados de cristal y base cuadrada, rematados con una especie de corona.  Estos faroles se realizaban, y se continúan realizando, de forma artesanal en Antequera.



     En el frontal del paso, según las fotografías descritas anteriormente, hay cuatro estrellas de regular tamaño y otros cuatro florones que convergen en un sol de haces flamígeros. Se remataba con cuatro ángeles.



     Durante los años en los que se utilizó este paso, la Virgen, como era común en el S. XVIII,  procesionaba con una peluca de pelo natural a la vista que rodeaba su rostro y caía sobre sus hombros. No llevaba tocado sobrepuesto.



     El segundo paso data de mediados de los años 20 del siglo XX y fue realizado por la orfebrería Meneses de Madrid.  Constaba de un palio de seis varales rematados con un angelito y con alto repisón.  No tenía candelería.



     Hoy día, el repisón está en el altar de la Virgen en la Parroquia de Ntro. Padre Jesús Nazareno y el angelito que adornaba la cúpula del antiguo palio se procesiona en la entrecalle de la candelería del paso actual.



     En 1943 la Virgen procesionó con un paso ampliado, con palio azul recamado en seda de colores y bordado valenciano, del que hoy día se conservan algunos elementos. Tenía diez varales con bambalinas de terciopelo azul y remates góticos en las perillas. Estos varales fueron realizados por Francisco Díaz Roncero.



     La gran reforma del palio que hoy día procesiona la Virgen se abordó entre 1952 y 1954.  Inspirándose en el palio de la Virgen de la Paz de Sevilla, tiene un techo de malla transparente para que se pueda contemplar a la Virgen desde los balcones.



     El paso actual es de estilo gótico flamígero. El diseño artístico del techo, gloria y bambalinas con crestería fue realizado por el entonces mayordomo D. Manuel Chacón Melero. Las RRMM Adoratrices de la cordobesa plaza de San Pedro bordaron el palio en malla y tisú. Este conjunto fue pasado en 1989 por los talleres de “Bordados Salteras” de Sevilla.

 

     En 1957 se ampliaron los varales del paso a doce siguiendo la traza original y se realizaron la candelería de cuarenta piezas y candelabros de cola. La Cofradía, en 2007, inició la reforma completa de esta candelería, de cuarenta piezas de distintos tamaños. Realizada por el orfebre pontanés Jesús Maria Cosano, es de estilo gótico y su diseño combina distintos elementos decorativos de los respiradores, los varales y la canastilla del paso.





     Estandarte: El estandarte de la Cofradía tiene un medallón iconográfico de la Virgen.  Fue restaurado en el año 2009.